QUE ES UNA ACTITUD

Las actitudes se forman fundamentalmente atendiendo a la información que recibimos, los grupos con los que nos identificamos y también en función de nuestras necesidades personales. Y como posicionamientos internos que son, las actitudes tienen también un importante peso sobre la motivación y como ésta, igualmente pueden ser modificadas mediante estrategias educativas varias.
Una de las funciones principales de las actitudes es que actúan de mecanismo de defensa ante lo que intuimos contrario a nuestros intereses y otra no menos importante, tiene que ver con su peculiaridad de encadenarse –es decir, de asociar en una misma valoración ideas próximas o parecidas-, puesto que al hacerlo, simplifican nuestra categorización de la realidad. De ahí la necesidad de construir actitudes positivas hacia todo lo vinculado a temas educativos.
 Toda actitud tiene tres componentes básicos: cognitivo, afectivo y tendencial, si bien no todos tienen el mismo peso específico. El componente cognitivo es la información básica, aunque sea muy elemental, de que disponemos cuando nos posicionamos frente a algo. Constituye la base de los estereotipos  y es el más eficaz a la hora del cambio.